Cruz Azul Femenil: las primeras veces son históricas

Fotografía: IG @cruzazulfemenil

Cruz Azul femenil vivió una noche que quedará en la memoria. En el Estadio Hidalgo, el equipo azul eliminó a las actuales campeonas, Pachuca, con un marcador de cinco goles a cero, y avanzó por primera vez a las semifinales del torneo. No fue un resultado cualquiera: fue la confirmación de un camino que se ha ido construyendo poco a poco.

El encuentro de ida había dejado al conjunto azul con una derrota por dos goles a uno. El marcador parecía repetir viejas historias, esas en las que Cruz Azul quedaba cerca, pero no lograba cruzar la línea. Sin embargo, en la vuelta todo cambió. En Hidalgo, el equipo decidió jugar con la fuerza de quien cree, de quien no se resigna.

Fotografía: IG @cruzazulfemenil

Los goles fueron llegando uno a uno, como si cada uno contara una parte de la historia que se venía escribiendo. Ana Lu Martínez, Deneisha Blackwood, Dani Calderón, Yaneisy Rodríguez y Aerial Chavarín fueron las protagonistas del marcador que selló la remontada. Pero detrás de cada anotación hubo un trabajo colectivo, un grupo que entendió que creer también es una forma de jugar.

El camino de Cruz Azul femenil en las liguillas ha sido corto, pero lleno de aprendizajes. Su primera aparición fue en el Apertura 2021, donde cayó en cuartos con dos derrotas y ocho goles en contra. En 2022, repitió la fase, con un empate y una derrota. Ahora, en 2025, las cifras se invierten: la derrota inicial se transformó en una goleada histórica que cambia el rumbo del equipo.

Entre las figuras que sostienen este crecimiento aparece Aerial Chavarín, la goleadora del equipo. Con 18 goles en la fase regular, solo por debajo de Charlyn Corral, y dos más en liguilla, su nombre se ha vuelto sinónimo de constancia. Chavarín apareció en los dos partidos de cuartos, como símbolo de ese proceso que el club ha decidido fortalecer paso a paso.

Pero la victoria no pertenece solo a las goleadoras. Pertenece también a las que defendieron cada balón, a las que corrieron sin descanso incluso cuando parecía que todo estaba perdido. Porque este triunfo no se explica solo desde la cancha: se entiende desde el esfuerzo de un grupo que aprendió a crecer.

Fotografía: IG @cruzazulfemenil

La victoria del equipo también recuerda por qué es necesario seguir apostando por los proyectos que se construyen con visión. Detrás de un marcador así hay trabajo y jugadoras que no se riden, aun cuando el camino es largo. Esa es la diferencia entre competir y trascender. Y lo que hoy logra Cruz Azul también enriquece a la liga: un nuevo nombre aparece en semifinales, recordando que el futbol femenil todavía tiene mucho por descubrir y muchas historias nuevas por celebrar.


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