Relatos de la visita del Barcelona

El Campeonas Tour 2025 mostró lo que el futbol femenil puede generar cuando se combina talento, historia y pasión por el juego. En Monterrey, el Estadio Universitario de la UANL fue testigo de un enfrentamiento del Barcelona contra las estrellas de la Liga MX Femenil, con más de un millón de visualizaciones en las plataformas de FutFemDondeSea. Ese partido también tuvo un momento histórico: la despedida de Jacqueline Ovalle, “La Maga”, que disputó su último encuentro en su estadio antes de fichar por el Orlando Pride, en lo que se convirtió en el fichaje más caro en la historia del futbol femenil. La presencia del Barcelona, considerado el mejor equipo del mundo, y la importancia del momento para la Liga Mexicana hicieron que cada jugada y cada reacción en la grada tuviera un significado especial.

El segundo amistoso, en la Ciudad de los Deportes contra el América Femenil, reunió a 25,165 aficionados que presenciaron un nivel de juego alto y una conexión visible entre jugadoras y público. Más allá de los resultados, estos encuentros demostraron como el futbol femenil está presente, como genera emociones y como cada partido se convierte en una experiencia compartida que impulsa a la liga a seguir creciendo. Para mostrar lo que generó el Barcelona Femenil, se recopilaron las perspectivas de quienes vivieron los partidos de cerca, desde la emoción en las gradas hasta quienes capturaron cada momento con sus cámaras:

Para Valeria Galaviz, colaboradora en “Juega como niña” y aficionada, aquel partido no fue solo un encuentro de futbol, sino uno de los mejores viajes de su vida. Más allá de ver a las figuras del Barcelona en la cancha, lo que la marcó fue el ambiente: un estadio con 25 mil personas,un entusiasmo compartido. Había niñas y niños con carteles en las manos, aficionados de todas las edades, mujeres y hombres con jerseys de sus jugadoras favoritas. Lo que se respiraba en cada rincón era un interés genuino por el futbol femenil.

Fotografía: IG @FC Barcelona Femeni

Entre todas las imágenes que se le quedaron grabadas, hubo una que la conmovió especialmente. En su sección, al terminar el partido, muchos se acercaron a los asientos de la orilla con la esperanza de obtener una foto o un autógrafo de las jugadoras culés. Allí, Valeria notó a un grupo de niñas con carteles y camisetas con los nombres de Aitana y Alexia. Una de ellas, en particular, llevaba una cámara fotográfica y, aunque las jugadoras no se acercaron, no dejaba de tomarles fotos desde la orilla. Para Valeria, esa escena fue poderosa: ver como desde la infancia ya existen referentes femeninos en el deporte le transmitió una emoción profunda y un recordatorio del impacto que tiene el futbol en la vida de tantas niñas.

Esa emoción que Valeria había sentido al ver a las niñas admirando a las jugadoras, Adrianelly Hernández, periodista que se centra en feminismo, género y deportes, la percibió en cada paso que daba hacia el estadio. Para ella, el partido era también un reflejo de como el futbol femenino en México está avanzando, aunque todavía con mucho camino por recorrer. Sobre la afición, lo que más la impactó fue todo lo que vio en su camino al estadio. Desde que salió de su zona ya se encontraba con gente usando playeras del América o del Barcelona, sobre todo mujeres y niñas acompañadas de sus familias. Incluso en el metrobús, la gente estaba ansiosa por llegar, con camisetas y emoción a flor de piel. Ver todas esas escenas le hizo darse cuenta de cuánto mueve el futbol femenil y que su crecimiento ya no se puede detener: lo único que queda es ir hacia adelante. Para Adrianelly, avanzar es una responsabilidad, sobre todo por esas niñas y mujeres que probablemente estaban viviendo sus primeras experiencias como aficionadas, viendo a jugadoras de alto nivel en México. Afuera de la cancha, lo que más le quedó grabado fueron esas imágenes de las calles y del transporte, la gente trasladándose para disfrutar un partido femenil, algo que hoy sigue siendo disruptivo, pero que espera que pronto sea la normalidad.

Siguiendo las sensaciones que se vivían en el estadio y en las calles, Somos Locales, página de contenido sobre futbol femenil, compartió su experiencia sobre lo que significó el partido.

“Algún día dimensionaremos lo que vivimos. Tener en nuestro país a las mejores jugadoras del mundo, muchas de ellas actuales campeonas del mundo y finalistas de la Eurocopa, no es cualquier cosa. Nuestra liga, con apenas ocho años, ha ido creciendo a pasos adelantados, y lo que se vivió en el estadio fue, una vez más, la magia del futfem. Partidos como estos nos recuerdan que el futbol femenil seguirá creciendo, y lo mejor de todo es que todos podemos sumar y ser parte de la historia, dentro y fuera de la cancha“.

Otra perspectiva de lo que generó tener al club catalán en México es la de Laura Valmont, periodista deportiva, quien compartió su experiencia:

“Más allá de lo que ocurría en la cancha, era la emoción que se transmitía en las gradas. Parecía una fiesta desde la ceremonia de apertura o protocolo de inicio del partido, el humo amarillo, la música desde fondo, la gente gritando y tanta afición apoyando el futbol femenil, solo me hacía recordar que esto ya es algo natural, que ya no es raro, ya se siente cada vez más algo común. Y no como hace 10 años atrás donde esto no ocurría. Un espectáculo. Realmente un deleite poder ver un futbol exquisito que regalaban las del cuadro blaugrana, esta era la tercera vez que podía verlas jugar en vivo y la primera en México. Simplemente siempre tienen algo sorprendente que regalar. Y ver a las jugadoras del América competirles al tú por tú… fue sumamente emocionante.”

Paulina Chavira, asesora lingüística, periodista y comentarista, quien lo vivió desde la cobertura del partido, comparte su experiencia:

“Haber estado presente en el Duelo de las Estrellas fue un momento muy especial en mi carrera. Evidentemente estar en un partido que no se había realizado de ninguna manera en nuestra liga, es  un precedente, creo, de lo que puede venir para la Liga Mexicana. Obviamente, tener la oportunidad de estar en un partido en el que participa el que para mi gusto es uno de los mejores equipos del mundo, pues evidentemente es es un lujazo“.

Paulina comenta que no sabe cuánta gente en México sabía que el Barça femenino estaba de visita. Recuerda que en Monterrey fue muy bonito caminar por las plazas y ver a muchísima gente con su playera del Barcelona, que iban buscando que se las firmaran. Señala que le gustaría que esto no se quedara solamente en quienes ya siguen el futbol femenil, sino que siga creciendo más, aunque reconoce que todavía falta para eso. Aun así, destaca que se ha recorrido un muy buen camino y confiesa que se siente orgullosa y muy contenta de ser parte de este cambio, aunque es consciente de que aún queda trabajo por hacer.

Fotografía: IG @aimee_delgadillo

Siguiendo con quienes vivieron el partido de cerca, Aimée Delgadillo, fotógrafa encargada de capturar los momentos con su cámara, relató cómo fue tener a las jugadoras a pocos metros de distancia. Describe la experiencia como algo demasiado impactante y difícil de poner en palabras. Todo sucedía muy rápido, y resultaba extraño romper la barrera de ver a las futbolistas cada fin de semana en la televisión para tenerlas ahora tan cerca.

Durante el partido, su atención estaba enfocada en tomar fotos y capturar las jugadas o momentos que le llamaran la atención, por lo que en ese momento no sintió demasiado. Fue hasta la premiación cuando se dio cuenta de la magnitud de lo que estaba viviendo, al ver a las jugadoras interactuar entre ellas y con los aficionados. La sensación que más la marcó fue de satisfacción. Para Aime, cubrir el partido, conocer a las futbolistas y tener la oportunidad de capturarlas tal como son desde su perspectiva se sintió, en cierta manera, como una meta cumplida.

Al final, lo que quedó de estos partidos no fueron solo los goles ni los resultados, sino la emoción compartida, la conexión entre jugadoras y afición, y la manera en que cada persona, desde su lugar, pudo sentir la magnitud de ver a referentes del futbol femenil tan cerca. Para quienes estuvieron ahí, desde niñas tomando fotos hasta periodistas cubriendo cada jugada, fue una experiencia que va más allá del espectáculo deportivo: es un recordatorio de que el futbol femenil sigue creciendo, dejando huella y construyendo recuerdos que perdurarán mucho tiempo en la memoria de todos los que tuvieron la oportunidad de vivirlo.








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