Las niñas también quieren ser futbolistas
Antes, cuando una niña decía que quería jugar futbol, no siempre la tomaban en serio. A veces se reían, otras le decían que eso no era para ella. Y si seguía insistiendo, tal vez jugaba en un rincón del recreo, con un balón prestado, sin uniforme, sin espacio propio.
Hoy las cosas no son perfectas, pero sí han cambiado. Ahora hay niñas que sueñan con meter un gol como Kiana Palacios, celebrar como Alexia Putellas o defender como Rebeca Bernal. Tener a alguien a quien admirar, cambia muchas cosas.
Fotografía: Chivas Femenil
Porque cuando una niña dice que quiere ser futbolista, es porque antes hubo otra que también lo dijo, aunque nadie le creyera. Una que insistió cuando no había espacios, ni ligas, ni visibilidad. Una que fue señalada, que tuvo que luchar el doble, que aprendió a jugar en el silencio y que hoy, con cada pase, cada gol y cada entrenamiento, se convierte en esa imagen que otras estaban buscando. Las futbolistas de hoy también fueron niñas. Y su historia no solo es talento: es testimonio. Son quienes transformaron una ilusión en camino, y ese camino, en posibilidad para otras.
Ver a una futbolista en la cancha, en una entrevista, en una portada, les muestra que ese deseo es válido. Que no están equivocadas por querer correr, barrerse, competir. Que pueden imaginarse ahí,siendo protagonistas. Porque otras ya lo han hecho.
Que hoy muchas niñas digan que quieren ser futbolistas no es un detalle menor. No es una moda, no es algo pasajero. Es resultado del esfuerzo de muchas mujeres que abrieron camino con trabajo, resistencia y talento. También es un llamado a seguir empujando para que ese deseo se respete y se acompañe desde todos los espacios.
Este 30 de abril, Día de la Niñez, recordemos que cada vez que una niña sueña con jugar futbol, no lo hace sola: lo hace acompañada por los pasos de quienes llegaron antes. Y por eso, hoy más que nunca, vale la pena seguir abriendo la cancha.
Fotografía: Club Tigres Femenil