Nancy Antonio: Humildad

Nancy Guadalupe Antonio nació el 2 de abril de 1996 en la Ciudad de México. Empezó a jugar fútbol a los 8 años en un equipo de la familia, aunque ellos no estaban seguros de que se lo tomaría en serio, pero cuando vieron que era algo que le apasionaba, decidieron impulsarla.

Cuando iba a cumplir 14 años, le dijo a sus padres que no quería una fiesta de XV años, que de regalo la inscribieran en una escuela de fútbol, por lo que la registraron en la escuela Macro Soccer Femenil, una escuela fundada por el entrenador Ismael Sánchez y que ha sido semillero del fútbol femenil en México desde antes que tuviéramos una liga profesional. A los 16 años la invitaron a realizar las visorias para la Selección Nacional en sus categorías menores. Su entrenador la llevó a ella y sus compañeras a Metepec donde Leonardo Cuéllar, entonces Director Técnico de la Selección, iba a realizar las pruebas junto a su cuerpo técnico. Después de ver a todas las niñas jugar, decidió llamarla para que participara en la categoría Sub 20, pues consideró que por su edad ya no le darían los tiempos para estar en Sub 17 y sus cualidades podría pulirlas en la siguiente categoría.

Debutó con el tricolor en un partido realizado en el CAR ante Estados Unidos, estrenándose con una anotación, pero de manera oficial lo hizo durante la Copa Mundial Sub 20 de Canadá 2014 ante Nigeria, entrando de cambio al minuto 83. Poco a poco fue madurando en la categoría hasta que recibió su primer llamado a Selección Mayor en 2013 y en 2014 asistió al Torneo Internacional Femenil de Yongchuan.

Participó en el Premundial en Islas Caimán 2014, la Copa Mundial Sub 20 de Canadá 2014, el Mundial Sub 20 de Nueva Guinea 2016, los Juegos Panamericanos de Canadá 2015, donde ganó la medalla de plata y en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019. También fue parte de la selección que asistió a los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018, donde ganó la medalla de oro.


Múltiples torneos, copas y partidos amistosos vistiendo la verde, le dieron las herramientas necesarias para estar lista cuando se anunció la creación de la Liga MX Femenil. Aunque no sabía qué pasaría, estaba segura que este torneo era la oportunidad para que las mujeres pudieran desarrollarse en el fútbol y dedicarse profesionalmente al deporte que más le apasionaba. 


Desde el torneo de Copa ha vestido los colores de la U y fue la primera capitana que tuvo el club. Ha ganado cuatro títulos de liga y un Campeón de Campeones; desde su debut ha disputado 161 partidos, 157 como titular y ha marcado 17 goles, además es la única jugadora que ha disputado todos los Clásicos Regios en la historia de la Liga MX Femenil.


Nancy Antonio está consciente que cada vez son más reflectores, que la gente está prestando más atención y que las cosas son distintas que cuando iniciaba la liga. Y es que estar en una cancha envía un mensaje poderoso para las niñas que las ven, pero para ella no es una carga.

“Es un privilegio saber que soy un referente para las próximas generaciones, me llena de orgullo pero a su vez de responsabilidad que tomo con mucho amor y pasión para que muchas niñas puedan seguir mi ejemplo y sepan que todo es posible siempre y cuando trabajes con mucha dedicación y con mucha pasión.”

La constancia, trabajar con humildad y entregarse al máximo en lo que hace, le han otorgado un lugar de forma constante en el tricolor, especialmente ahora que Mónica Vergara es la Directora Técnica del conjunto nacional, pues ha venido a inyectar nueva vida a la Selección.

“Lo que más he aprendido de Mónica Vergara es creer. Creer que se pueden hacer grandes cosas, confiar en mí y confiar en cada una de las compañeras que tengo a mi lado. Confiar en el proceso y saber que México es grande y está hecho para grandes cosas.”

Antonio siempre ha soñado con estar en un Mundial, pero sabe que para eso tiene que seguir esforzándose y competir al máximo, pues la liga sigue creciendo y hay muchas jugadoras que pelean todos los días por un lugar. Pase lo que pase, su ejemplo seguirá impactando dentro y fuera de la cancha. Ese regalo que pidió a los 13 años no solo cambió su vida, también ayudó a que miles de niñas sepan que pueden escribir su propia historia.

Agradecimiento especial a Yareli Liñan por ayudarnos con la información.


Ilustración:

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